-¿Puedo dormir contigo?- Me es planteado la pregunta del millon.
- Quita.. Quita.. – Me niego en rotundo
-Porfaaaaaa...- oigo de nuevo insistir
- Pfffffffff...VAAAALEEEEE... - Consiento ante lo inevitable.
-Pero tu a tu la'o.., y yo en el mio, he.. - Aviso de antemano poniendo normas.
-Mm..mm..- Escucho como respuesta acatando lo estipulado.
-Y nada de anclar tu pierna por mi cintura porfié- Pido amablemente acostándome también.
-Vale.. Vale..- Me promete la persona que se esta instalado entre mis sabanas.
-Y no me empujes hacia el filo de la cama, como sueles hacer.. te lo pido.. - Suplico cansada.
-Ni tu tampoco a mi..- Oigo replicar indignado.
-Oye.. si quieres te vas a tu cama.. - Resalto ofendido.
-Que no, que no.. aquí me quedo..- Escucho susurrar llevándome la contraria.
-Y no besuques, haciéndome la pelota..- Aconsejo con ironía.
-Ni tu a mi..- Resalta la respuesta.
-Bueno.. pero un abrazo si que nos podíamos dar..- Contesto pensándolo mejor.
-Mm.. mm.. - Escucho una voz acompañado de carcajada
-O dos..- Cuestionan con dulzura desde el otro lado de la cama.
-Mm.mm.. O tres..- Replico con travesura
-O un camión entero..- Me es sugerido.
-Sabes que te digo.. - Anuncio emocionada.
-¿Que? - me preguntan dudoso
- Que no me vendría mal un beso tuyo..- Suspiro mirando a ese manojo de nervios que salta en el colchón de mi cama.
-Como no..- Escucho al ser sepultado por esos labios tuyos.
Y mientras tu abrazo me sofocaba, con ternura pensé..
Cuanto te quiero..
Cuanto te quiero hija miá,
Y que sepas, que aunque a veces me hago la remulgona,
Me encanta cuando mi hija de trece años decide irse a dormir a la cama de su madre.
EA.