CAPITULO II
Una vez llegado a la playa de los surfistas, única playa a gusto de todas, recupero mi buen humor.
Con felicidad observo a mis hijas chapoteando en la orilla del mar. Veo mi cuñada peleándose con la maca y realizando un estudio de lo mas científico para analizar desde que angulo su cuerpo captara mas sol, y a la Joana super atareada untándose protección solar factor 240, pareciéndose cada vez mas a una versión femenina de Michael Jackson.
-Mira que viendo el mar y respirando aire puro, se te quita to la mala leche, he- suspiro sin dirigirme a nadie en particular.
-Mm. Mm.. - confirma joaneta al dejarse deslizar las gafas de sol en la puntita de la nariz viendo pasar al socorrista.
-Mira que soiiiiiiiiiiis- riñe nuestra cuñada desde su maca, al detectar lo mismo que nosotras.
-Pues solteras y sin compromiso, nena.. que se le va a hacer..- añado con una carcajada.
-Va tira.. tira.. y vamos a nadar!!!- bufa la cuñadisima riéndose también.
-No, no, no, no.!!!!- exclama la flower power mirando asustada al agua.
-Como que NO..NO..NO!!- quiero saber extrañada.
-A ver si hay tiburones!!!- duda señalando con su dedo hacia el horizonte azul.
-Si, va a ser eso..!!!- susurra incrédula mi familiar mirando a la flower power para detectar si le esta tomando el pelo.
-He, en serio he..vi este fin de semana una pelí que....- empieza su relato.
-Si..SIII... SIIIIIIIIIIII- entrecorto a la amigacha resoplando viendo acercar mis dos antenas parabólicas.
-Joana ven al agua con nostras- Escucho la voz de mi retoño mayor
- Si Joana, porfie, porfie, porfie.. - suplica también la benjamina
-Chicaaas.., dejar a la Joaneta- pido con dulzura al ver como mis hijas la estiran del brazo para llevarla a la orilla del mar.
-Si queréis, podemos alquilar una bicicleta de agua!- sugiero con tono de burla salvando así el culo de la cagarie al detectar su resistencia por darle miedo meterse en el agua.
-Genial- oigo chillar mis hijas.
-Por mi, bien- afirma mi cuñada contenta también.
-Y???- pregunto desviando todas la mirada sobre la piruleta blanca.
-¿Me podre llevar la sombrilla?- Cuestiona la flower-power desde la sombra.
-¡NOOOOOOOOOO!!- respondemos con rotundidad ana y yo al uniso.
-¡Es que me quemo muy rápido!!- susurra la untada apenada.
-¿Quieres que nos saquen en el periodico local??- pregunto con ironía.
-Vaaaaaaale.. lo dejare!!!- suspira desilusionada captando la indirecta e colocando la sombrilla de nuevo en su sitio.
Y diez minutos mas tarde nos encontrábamos los cinco en un patinete, disfrutando de la brisa del mar y con la promesa de devolver lo alquilado una hora mas tarde.
-"Esto" si que es vida!!!- suspiro alegre mientras el agua salado del mar salpica mis piernas y le doy a los pedales.
-Gloria bendita- murmura mi cuñada tendida en la parte trasera del patinete mientras el sol acaricia su cuerpo.
-Guay del para guay- grita Ainhoa contenta
-Chachi Pirulie- chilla silke lanzando carcajada.
-Si.. Mm.. Mm.. Sta bien- murmura la rubia que tengo a mi vera no muy convencida
- Pero ha dicho el señor.. que no podemos ir mas lejos que las bolas amarillas- Recuerda insistentemente señalando con el dedo pulgar hacia la orilla que hace bastante tiempo habíamos dejado atrás.
Y daaaale.., Esto no es el TITANIC nena!!! exclamo con rin-tin-tin y tal de intentarla tranquilizar.
-Mira que pedir un chaleco salva-vidas al dueño del trasto este!!!- riño con cariño a la co-piloto adornada con el flotador y brazaletes de mickey de mis hijas.
-¿Nadamos?- Sugiere mi cuñada saltando al agua.
-¿Y si viene el tiburón?- Cuestiona sobresaltada nuestra guiá cuando ainhoa y yo seguimos su ejemplo.
-No pasa naaaaada.. - tranquiliza mi hija la benjamina cogiendo de la mano a la muy cagarie y guiándola hacia la parte trasero del patinete.
-.. Pero las bolas..???- duda de nuevo señalando con su dedo gordo hacia la orilla.
-Dejate de bolas y metete!!!- respiro intentandola convencer.
-Esta buenísima- añado disfrutando del agua templada.
Lanzando mirada escéptica hacia las aguas profundas nuestra amiga le cuesta dejarse convencer. Y tras media hora, sin desviar su vista de las bolas, por fin la mas valiente de los valientes tuvo el atrevimiento de rozar con sus deditos de los pies el agua salada.
La pobre sufrio de lo lindo y vio animales cuya existencia desconociamos, por ello y tras treinta y nueve avisos de ser atacados por tiburones, ballenas y cocodrilos y mas especies insospechables decidimos tranquilizar el estado de nervios de nuestra protectora e iniciar nuestro viaje de regreso.
Y mañana seguiré contando lo que verdaderamente paso durante ese viaje de regreso..
Pfffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff